COMUNICADO DEL COL·LEGI OFICIAL DE PSICOLOGIA DE LES ILLES BALEARS RESPECTO A LA INCORPORACIÓN DE PROFESIONALES DE LA PSICOLOGÍA EN LOS CENTROS EDUCATIVOS

Ante el comunicado emitido por Comisiones Obreras (CCOO) manifestando su malestar por la incorporación de profesionales de la psicología en los centros educativos, desde el Col·legi Oficial de Psicología de les Illes Balears (COPIB) queremos expresar nuestra sorpresa.

La situación actual pone de manifiesto una problemática de salud mental entre menores y adolescentes que resulta sumamente preocupante. Si bien es cierto que no se trata únicamente de un problema circunscrito al ámbito educativo, los centros escolares son espacios clave para detectar estas dificultades y para intervenir de manera más inmediata, dada la cantidad de tiempo que los estudiantes pasan en ellos.

No actuar frente a esta realidad sería una irresponsabilidad. Aquellas personas que aún no han valorado la importancia de incorporar a psicólogos y psicólogas en los centros educativos quizás estén basando su opinión en una visión parcial que no refleja plenamente la magnitud del problema que se vive en estos espacios. La decisión adoptada por la Conselleria de Educación debe ser reconocida como un avance significativo en la lucha contra esta problemática. Con la presencia de profesionales de la psicología en los centros educativos, se amplían las oportunidades para que menores y adolescentes encuentren un espacio de apoyo y escucha, en un entorno que, de por sí, está destinado a enseñarles habilidades esenciales para la vida: la resolución de conflictos, la regulación emocional, el respeto a la diversidad, entre otras cuestiones.

Es fundamental recordar que los Departamentos de Orientación en los centros educativos deben concebirse como equipos multidisciplinares, donde cada especialidad cuenta con funciones asignadas que se coordinan con otros profesionales del ámbito educativo, sanitario y social. En este marco, la figura del/de la psicólogo/a educativo se incorpora para aportar y enriquecer el trabajo conjunto, con responsabilidades específicas que complementan las del resto del equipo.

No debemos trivializar ni desviar la atención con debates improductivos ante un desafío tan importante como es garantizar el bienestar psicológico de menores y adolescentes. Ahora es el momento de cooperar y unir esfuerzos para consolidar la figura del/de la psicólogo/a en los centros educativos.